miércoles, 22 de noviembre de 2017

Raúl Fernández-Cavada

Fotografía encontrada en el buscador de imágenes de google.com (aparentemente viene de marca.com)


En este blog, no nos distinguimos por hablar de temas que estén de actualidad. Menos aún, de rumores, del mercado, casi ni hablamos de fútbol. Pero, precisamente, hoy vamos a escribir de eso, aunque sea por proximidad, como se suele decir. 

La procelosa (qué bonita palabra que no sé muy bien qué significa) renovación de Kepa Arrizabalaga Revuelta por el Athletic Club, y el supuesto interés de equipos como el Real Madrid o la Juventus de Turín, ha puesto al portero de Ondarroa en el disparadero de la actualidad y la información. De la información... más o menos informada... en apariencia. Parece, sin embargo, que las aguas se han calmado, aunque el portero siga sin estampar su firma sobre el papel de su contrato. 

La cobertura de su renovación, se produzca o no, ha sido un resumen gráfico y fidedigno de gran parte del espíritu y la práctica periodística actual. Las noticias estaban repletas de expresiones como "según fuentes cercanas", "según el círculo privado", "según un miembro de", "según fuentes consultadas por", según el santo espíritu y el fantasma de Philip Marlowe. En solo veinticuatro horas de diferencia, las fuentes consultadas concluían en blanco o en negro, en Madrid o en Bilbao, en sí o en no. En lugar de aceptar que no hay noticia, se crea, claro. Ha habido incluso titulares que son como para utilizarlos en debates de bar y/o en foros de discusión académica. Por ejemplo, yo recuerdo los dos o tres seguidos, así, del tirón, de una publicación que no conocía hasta entonces y que no sé de dónde sale, quién la dirige o si tiene un código ético en concreto. Me quedé ojiplático, por la extensión y el contenido de titulares como: "Así se baja los pantalones el Athletic Bilbao en la renovación de Kepa Arrizabalaga" (14/11/2017) o "El Athletic Bilbao pierde 50 millones en la renovación de chirigota de Kepa Arrizabalaga"(17/11/2017). La publicación se llama elgoldigital.com y yo no digo que no sea cierto ni apropiado, simplemente, lo repito: me quedo ojoplático. 

El caso es que, en este blog, nunca desarrollamos un tema en profundidad, y, por el contrario, nos pasamos como la inspectora de La casa de papel buscando hilos de los que tirar. Y esta situación nos dio uno. Nos llevó a detenernos en una cuestión algo más general: la portería del Athletic Club de Bilbao y la tradición de ese puesto dentro de la institución. 

Creo que cualquier aficionado al fútbol por estas latitudes, sabe y entiende que, en el club vizcaíno, el puesto de portero siempre ha sido mirado con lupa; siempre ha llevado consigo un peso, un nivel de exigencia, unas expectativas que, a veces, incluso, parecen como intangibles, poco medibles: un aura, no sé muy bien cómo explicarlo. Por su puesto, en parte, esa carga y exigencia tiene un origen positivo: la cantidad de buenos porteros que han defendido la portería de este club y, por lo tanto, como se suele decir literariamente, han agrandado su leyenda. Solo con mencionar a José Ángel Iribar Kortajarena valía, pero si añades a Andoni Zubizarreta Urreta, Carmelo Cedrún Ochandategui o Raimundo Pérez Lezama ya nos hacemos una idea de lo que queremos explicar. 

En septiembre de 2012, Juan Carlos Latxaga escribía un artículo en juegodecabeza.com que llevaba el siguiente titular: "El Athletic sigue buscando al sucesor de Iribar". Y en el interior del artículo daba un dato revelador: "Por no remitirnos a la noche de los tiempos y partiendo desde la barrera temporal de la guerra civil, el Athletic cubrió treinta y ocho años, los que van de 1942 a 1980, con solo tres porteros (...) Desde la retirada del Txopo en 1980 hasta nuestros días, han pasado 32 años en los que el Athletic ha recurrido a 15 porteros que se han repartido 1.535 partidos." De Lezama, Cedrún e Iribar a quince porteros hasta 2012. Y eso que Gorka Iraizoz Moreno se mantendría como titular absoluto de la 2008-2009 a la 2015-2016, jugando 286 de los 304 partidos de liga que disputó el Athletic en esos años. 

Pero precisamente el de Iraizoz es un ejemplo de la enjundia y exigencia del puesto en Bilbao. Incluso con sus 10 temporadas en el club y a pesar de encontrarse entre los 20 jugadores con más partidos en la historia del club (años en los que el equipo volvió a ganar un título), Iraizoz no consiguió, del todo, digamos, que se le reconociera como relevo de esas figuras históricas que mencionábamos antes. El Athletic, y creo que éste sería un sentimiento bastante generalizado, sigue buscando su nuevo Iribar.

Y muchos creen que lo ha encontrado en Kepa Arrizabalaga. Eso sí, pendientes de su renovación, muchos empiezan a pensar que quizás lo que el club y la afición han encontrado es a su nuevo Zubizarreta. Y es que Iribar jugó 614 partidos con su icónica zamarra negra, 18 temporadas como portero del Athletic Club. Por el contrario, Zubizarreta firmó por el FC Barcelona cuando solo llevaba cinco temporadas en el primer equipo del Athletic Club. Tenía 25 años y estaría ocho años consecutivos siendo portero culé. 

En cualquier caso, como decíamos al principio, esta entrada no quería detenerse en la figura y el contrato de Kepa Arrizabalaga. Lo parezca o no, todo esto era solo era la introducción. 

Lo que nos llamaba la atención es que el portero titular del Athletic Club, un joven de 23 años que se labró su puesto en primera haciendo de meritorio con cesiones en segunda (Ponferradina y Valladolid), internacional absoluto con la selección de España y codiciado por equipos de mayor potencial económico, es, en realidad, solo la punta de un iceberg que, en su función metafórica, representaría lo que podríamos considerar uno de los periodos de mayor eficacia productiva de Lezama en ese puesto. 

Veamos, si no, qué otros porteros se mantienen en nómina en el club, están cedidos o triunfan después de haber comenzado su formación en el Athletic Club. A saber, ahora mismo, y tras la marcha de Gorka Iraizoz al Girona, el Athletic Club tiene como portero reserva a Iago Herrerín Buisán, de 29 años, un portero que el año pasado salió cedido al Leganés y jugó 21 partidos como titular en primera división. Hasta entonces, había jugado solo 12 en tres temporadas como reserva en el Athletic. Tras salir de la cantera de Lezama para jugar cedido en el Barakaldo, regresó al Bilbao Athletic y marchó a la cantera del Atlético de Madrid, para después jugar en el Numancia y regresar a Bilbao. Ahora, lleva varias temporadas jugando la Copa del Rey o la competición europea. Pero además de Herrerín, José Ángel Ziganda, actual entrenador de la primera plantilla del Athletic Club, cuenta con el alavés Unai Simón Mendibil como tercer portero, un guardameta de 1'90 y 20 años que actúa de titular en el filial en segunda división B y que es el portero titular de la selección nacional sub21. Hasta ahora, también era portero de la sub21 Alejandro Remiro Gargallo, quien, a sus 22 años, juega como cedido en el Huesca, líder de la segunda categoría del fútbol profesional español. Es el portero menos goleado de la categoría y ha pasado por varias etapas internacionales en categorías inferiores. Solo con Arrizabalaga, Herrerín, Remiro y Unai Simón, el Athletic Club debería vanagloriarse de ser uno de los equipos europeos con el puesto de portero mejor cubierto. Y, además, aún habría oportunidades de encontrar más relevos en los equipos de formación del club, ya que los expertos destacan las prestaciones de Christian Atangana Assimba, de 17 años, actual portero del Baskonia de la tercera división, segundo equipo filial del Athletic Club, y habitual en las convocatorias del primer filial y en los entrenamientos del primer equipo. Nacido en Doula, Camerún, Atangana es un reflejo de los cambios sociales del territorio y otra promesa de la fértil cantera bilbaína. Igual que lo es Hodei Oleaga Alarcia, portero reserva de Unai Simón en el Bilbao Athletic, quien, con 21 años, destaca por su envergadura: 1,98 metros de altura. En el Baskonia, cuando no juega Atangana, juega Ander Iruarrizaga Díez, un portero de 19 años y natural de Igorre, Bizkaia, y que, si no me confundo, es hijo de Aitor Iruarrizaga Amarika, también canterano del Athletic y debutante en primera división con el Compostela gallego, y cuyo hermano, Patxi Iruarrizaga, por lo tanto tío de Ander, también jugó de portero en la plantilla del Athletic Club. Una buena saga de porteros, por lo tanto. 

Si esto no fuera suficiente para reflejar el buen trabajo en la portería que se lleva a cabo en Lezama (Peio Agirreoa es el coordinador de la formación de porteros, en cuyo equipo trabajan el propio Aitor Iruarrizaga, Armando Ribeiro, Unai Julián e Imanol Etxebarria en el primer equipo), coincide que, fuera del Athletic Club, y además del cedido Álex Remiro, también hay ex porteros del Athletic Club que destacan en el fútbol profesional. Uno de ellos, desgraciadamente, lleva tiempo en el dique seco por problemas de lesiones. Nos referimos a Jon Ander Serantes Simón, portero de 28 años del Leganés, quien participó, y con mucho protagonismo, en el histórico ascenso del equipo madrileño a primera división; empezó, además, la temporada del debú en la máxima categoría como titular. Solo una lesión le sacó de ahí y aún le mantiene fuera. Serantes salió de Lezama para medrar en la cantera del Barakaldo y llegar al primer equipo. Regresó al Bilbao Athletic, volvió al Barakaldo, salió al Lugo y se salió en el Leganés. También jugó en el Barakaldo Aitor Fernández Abarisketa, un guipuzcoano que, durante años, fue la gran promesa en la portería de la cantera de Lezama. Destacó en Barakaldo y acabó marchándose a la cantera del Villarreal. Ahora juega en el Numancia que dirige Jagoba Arrasate, tercero en la clasificación de la segunda división. A sus 26 años, es titular indiscutible: ha jugado 14 partidos y ha recibido 12 goles. Fue internacional en categorías inferiores. Quizás el que está recibiendo más elogios y atención es Raúl Fernández-Cavada Mateos, y no solo porque mida 193 centímetros y, por lo tanto, se le vea más. A sus 29 años, Raúl Fernández salió de la cantera del Bilbao Athletic para jugar cedido en el Conquense y el Granada y regresar al Athletic para jugar poco más de cinco partidos de Liga en 3 temporadas. Tras eso, ha tenido que buscarse un sueldo en la categoría de plata, jugando para Numancia, Rácing de Santander, Valladolid, Mirandés y, finalmente, Levante. Igual que Serantes en el Leganés, Raúl Fernández se convirtió en uno de los grandes argumentos para entender el ascenso de los valencianos. Ahora, en el regreso a primera de los granotas, Juan Ramón López Muñiz le ha elegido para defender la portería del equipo en la primera división del fútbol profesional nacional. Esperemos que las lesiones no lo estropeen, en este caso. Vamos a darle a él titular y fotografía porque lo merece y porque, al fin y al cabo, ya habíamos y han hablado suficiente del que parece seguir siendo el gran protagonista de todo este baile de buenos porteros.

Podríamos ampliar la nómina de nombres desde un nivel más humilde, y es que, ahora mismo, son varios los porteros que comenzaron carrera en Lezama, aspirando algún día a emular a los Iribar, Zubizarreta o... Arrizabalaga, y han acabado jugando en categorías menos destacadas, pero, al fin y al cabo, consiguiendo una carrera deportiva. Hablamos de jugadores titulares hoy en día en segunda B como Gorka Magunazelaia Garrido en el Cerceda del grupo I, Jon Altamira Areizaga en el Gernika del grupo II, Urtzi Iturrioz Urkiza en el Leioa del grupo II o Javier Mandaluniz Rentería en el FC Jumilla del grupo IV. Hay más, seguro, claro, pero creo que ha quedado claro lo que queríamos decir, estemos en lo cierto o no. Eso, ya, es opinión de cada uno. Igual que es solo opinión (o decisión) de él mismo que Arrizabalaga siga siendo o no jugador del Athletic Club. Nosotros, no teniendo ningún dato, no vamos a inventarnos noticias. Cuando suceda, seguro que lo leeréis, y todos podrán, entonces, usar una de esas expresiones, de nuevo, tan habituales en la prensa actual: "como ya habíamos avanzado..."


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