domingo, 9 de abril de 2017

Greg Van Avermaet



Creo que, y esta es una opinión muy personal, los dos grandes nombres de este comienzo de temporada están siendo Greg Van Avermaet y Alejandro Valverde. Los dos son corredores veteranos, el belga cumplirá 32 el mes que viene, y el de Murcia llega ya a los 36 años, aunque también cumple años pronto, a finales de mes. Los dos habían hecho una buena temporada si miramos hacia atrás y pensamos en lo que ocurrió el año pasado. 

Van Avermaet ganó la Tirreno-Adriático, el Gran Premio de Montreal, la Omloop Het Nieuwsblad y una etapa en el Tour de Francia (además de vestir el maillot de líder un par de días) para coronarlo todo con un Oro Olímpico que le dio brillantez a una carrera de muchos puestos meritorios pero menos victorias. Porque hablamos de alguien que se dedica a luchar por las clásicas y eso siempre significa competir con tantos y tan buenos rivales que, al final, son muchas las veces que te da rabia quedarte cerca. En el caso de Van Avermaert, desde que debutó en 2007: 5º en la Milán-San Remo, dos veces 2º, 3º, 4º, 7º y 8º en el Tour de Flandes, 3º y 4º en la París-Roubaix, 7º en la Lieja-Bastogne-Lieja, 5º en la Amstel Gold Race, dos veces 2º en la Strade Bianche, 3º en Harelbeke, 3º en la Gante-Wevelgem, dos veces 2º y 3º en Québec, 5º en una Klasika de la que ya hablamos aquí por lo que ocurrió... y más y más. Ser clasicómano, a veces, es cosechar puestos y puestos y contar las victorias con los dedos de una mano. 

Alejandro Valverde, por el contrario, es un corredor completo que disputa las clásicas, las vueltas de una semana, las de tres y hasta el campeonato del Mundo, donde ha sido cuatro veces 3º y dos veces 2º. El año pasado, el de Las Lumbreras cerró la temporada con la Vuelta a Andalucía y la Vuelta a Castilla y León en su palmarés, debutando en el Giro de Italia donde hizo pódium en su estreno y se llevó una etapa y repitiendo en el primer puesto de la Flecha Valona, una clásica que parece conocerse de memoria. A cualquier otro corredor este botín le hubiera hecho muy feliz, pero nunca se sabe si le parecerá suficiente al español porque, en líneas generales, todas sus temporadas tienen por costumbre relucir con muchas y buenas victorias. 

Los dos han confirmado esta semana que su comienzo de temporada anuncia un año de excelencia. El de Lokeren, en los apenas cuatro o cinco meses que llevamos de temporada, no solo ya ha estrenado su palmarés, si no que ha conseguido, hoy mismo, algo que le habrá hecho muy feliz: su primer monumento. Después de 11 puestos entre los diez primeros, su victoria de hoy en la París-Roubaix ya reluce en lo más alto de su palmarés. A buen seguro, es algo que llevaba buscando hace tiempo. Es su primer monumento, pero su cuarta clásica del año. En este 2017, Van Avermaet ya ha sido primero en el Gran Premio E3 Harelbeke, la Omloop Het Nieuwsblad y la Gante-Wevelgem convirtiéndole en el clasicómano del momento, un reconocimiento que este belga merece desde hace tiempo, aunque solo sea por intentarlo más que por conseguirlo. Aunque debutó un poco antes, empezó su carrera como un futuro proyecto de hombre rápido en la estructura de Marc Sergeant (por entonces, Predictor-Lotto, si no me confundo), pero, poco a poco, fue enfocando su punta de velocidad hacia los grupos pequeños, las etapas exigentes, las clásicas. Es un largo proceso que le está empezando a dar frutos. 

Por su parte, Alejandro Valverde también ha conseguido añadir a su extenso palmarés una reputada prueba que siempre se le resistía: la Itzulia o Vuelta al País Vasco. Ya fue segundo en 2006, el año en el que José Ángel Gómez Marchante sorprendió a todos, pero, por fin, en 2017, ha conseguido dominar en todos los terrenos (ganó en alto, Arrate, y resolvió contra el reloj) y llevarse la txapela para casa. Él y Primoz Roglic han sido los nombres propios de una edición de la Itzulia que ha sido, cuando menos, rara: mucho final urbano, menos montaña de la habitual y muchos hombres rápidos y rodadores disfrutando. Es su cuarta vuelta del año. Además de en País Vasco, este año ya ha ganado la Volta a Catalunya, la Vuelta a Andalucía y la Vuelta a Murcia (aunque esta última se ha visto reducida a un día). Lleva 9 victorias y acabamos de empezar. A lo largo de sus quince años como profesional, las vueltas de una semana, han sido uno de sus fuertes. Era la primera vez que ganaba en Euskadi, pero, por ejemplo, en Catalunya ya había ganado antes y en Andalucía esta es su quinta victoria en la general final. Murcia es un caso especial, pero, esta es su quinta victoria en casa también. Además de todas esas también se ha llevado las Vueltas a Burgos (dos ocasiones), Valencia (dos ocasiones),  Castilla y León o Dauphinè Liberè en Francia, también un par de veces. 

No vamos a decir nada de los resultados de Alejandro Valverde en clásicas o pruebas de un día, porque, para esa categoría, nuestro protagonista hoy es Greg Van Avermaet (los dos lo eran, claro), pero terminaré con una reflexión que tampoco es muy sofisticada y probablemente sea innecesaria. Alguien me comentaba, después de sacar a colación, por cambiar de tema, que Valverde se había llevado la Itzulia, que el murciano siempre ganaba estas carreras pero luego decepcionaba en las grandes. Bueno. Veamos, "estas carreras" y "las grandes", para aquellos que ven el polvo levantarse en el adoquín o que se acercan a la cuneta en El Vivero o dónde sea, son categorías inútiles que no se utilizan. Todo es grande, "estas carreras" y las otras. Además, que Valverde decepciona en las vueltas de tres semanas es una afirmación que, como todas aquellas que buscan ser impactantes y generales, podrían ser puntualizadas. Veamos los datos: Valverde ha disputado 20 ediciones de cualquiera de las tres grandes Vueltas (un Giro, nueve Tours y diez Vueltas a España) y solo en tres ocasiones no consiguió terminar. De las 17 ediciones que ha acabado, en 15 ha acabado entre los diez primeros. Fue 20º en el Tour de 2012 y 12º en la última Vuelta a España (ese año, no hay que olvidar corrió las tres grandes vueltas). Es cierto, solo ha ganado una, la Vuelta a España de 2009, pero ha sido pódium en siete ocasiones: 3º en el Giro 2016, 3º en el Tour 2015, 2º en la Vuelta 2006 y en la de 2012 y 3º en la Vuelta 2003, 2013 y 2014. Para alguien que ha ganado 3 Lieja-Bastón-Lieja, 4 Flecha Valonas y 2 Klasikas, ha ganado varias medallas en el Campeonato del Mundo, etapas en Tour, Giro y Vuelta y en multitud de otras pruebas, vamos, para alguien que se supone que es un rodador, hombre rápido y que se defiende en los demás terrenos y especialidades, tener esos resultados en pruebas de la exigencia de aquellas que se disputan a 20 etapas o más, la verdad, no creo que se pueda calificar de decepcionante. 

Lo que está claro es que, aunque aún quede lo mejor por venir, parece que ya no podremos usar ese adjetivo negativo para calificar la temporada 2017 de estos dos veteranos corredores. Ambos han conseguido ya dos hitos que se resistían en sus palmarés. Y, de paso, los aficionados al mundo del ciclismo profesional, lo vamos disfrutando, desde el borde del asfalto o desde el televisor. Y aún nos queda más por venir, seguro. 

Por cierto, siendo dos, Van Avermaet se lleva el titular porque, si no me confundo, a él nunca le he utilizado y con Alejandro Valverde ya lo hice en 2009. ¿2009? Buff, parece mentira que lleve haciendo esto tanto tiempo. 

No hay comentarios: