lunes, 6 de febrero de 2017

Iago Herrerín



Esta siendo una temporada extraña para el Athletic Club de Bilbao en lo que respecta a los porteros. Es esta, además, una posición que siempre ha estado mirada con lupa en el equipo vasco. Más que nada, porque bajo sus palos han actuado jugadores que acabaron convertidos en leyenda como Carmelo Cedrún, José Ángel Iribar o Andoni Zubizarreta. Mucho se ha escrito sobre la tradición que ese puesto ha tenido en el club y en el fútbol vasco por extensión. Incluso se buscaron argumentos, digamos que curiosos, para explicar por qué los porteros vascos eran de fiar y eran muchos. Se hablaba de que en Euskadi los niños sí que quieren jugar de portero porque tienen ídolos a los que quieren imitar, o se decía, también, que el juego de la pelota vasca les daba una familiaridad con el bote que les hacía mejores porteros. No lo sé, pero es cierto que la posición de portero en el Athletic siempre ha sido algo casi sagrado, donde se imponía una exigencia mayúscula, aunque solo fuera por las comparaciones que se podían hacer. 

Como decía, esta temporada ha sido extraña porque, entre otras cosas, se empezó la misma con tres porteros en nómina y los tres repartiéndose los minutos oficiales, algo que no es muy común y que, por aquí, no se había visto mucho. Más inesperado fue, incluso, que esta situación cambiara con la temporada empezada, al cederse a Iago Herrerín al Leganés (para él el titular, porque paró un penalty en la última jornada, y porque es el primero que ponemos en negrita y total, todos podrían encabezar, y no sé a quién elegir). La lesión de Kepa Arrizabalaga volvió a cambiar los planes del entrenador, Ernesto Valverde, y se ha producido el regreso de Alejandro Remiro, que, en principio, estaba cedido para toda la temporada en el líder de la segunda división, el Levante. Con ello, hasta cinco porteros han sido convocados esta temporada en partido oficial: Gorka Iraizoz, Kepa Arrizabalaga, Iago Herrerín, Alejandro Remiro y Unai Simón, portero del filial. El cambio en las convocatorias ha provocado también incidencias en los equipos filiales, y las ausencias de Unai Simón llevaron a que Unai Etxebarria fuera el portero titular o a que se convocaran a jugadores como Hodei Oleaga, que se reparte la portería del Baskonia con Christophe Atangana o incluso a Ander Iruarrizaga, portero del juvenil A. 

Si echamos la vista atrás y observamos las plantillas desde el cambio de siglo, es decir, desde la temporada 1999-2000 hasta la actual, podemos observar que hay jugadores que protagonizan periodos muy concretos y que, probablemente, esta temporada sea el comienzo de una nueva. 

Los primeros años del nuevo siglo fueron de bastante cambios. Se abrió con la última temporada de Luis Fernández, al que substituyó sin mucho éxito Txetxu Rojo, para luego asistir al regreso de Jupp Heynckes y tras la primera experiencia de Ernesto Valverde, vivir dos años con cambios en los banquillos, ya que la temporada 2005-2006 la comenzó José Luis Mendilibar y la cerró Javier Clemente y la 2006-2007, la comenzó Félix Sarriugarte y la cerró José Manuel Esnal "Mané", muchos cambios de entrenadores en unas temporadas que vieron el comienzo de la época que podríamos llamar de Daniel Aranzubía, titular con Heynckes y con Valverde, y de nuevo con Sarriugarte, aunque repartiéndose muchos minutos con Iñaki Lafuente. Imanol Etxebarria aún fue titular con Luis Fernández. En esas temporadas, también tuvieron minutos, o al menos convocatorias, jugadores como Miguel Escalona, Oinatz Aulestia, Roberto Pampín, Igor Etxebarrieta, Unai Alba o Aitor Alcalde

Tras todos estos vaivenes, pasamos a una época de relativa estabilidad, la protagonizada por Joaquín Caparrós, quien encadenó cuatro temporadas seguidas en el banquillo de San Mamés. Tras él, llegaron los dos años de Marcelo Bielsa, con claros y oscuros, y discusiones entre aficionados que aún se alargan en el tiempo. Esta nueva época, podríamos denominarla como la época de Gorka Iraizoz. El navarro fue titular con Joaquín Caparrós en todos sus años, aunque en el primero, Armando Ribeiro jugó bastantes minutos, puede que incluso más que el navarro. Con el argentino Bielsa, Iraizoz fue titular, teniendo como suplente a Raúl Fernández. Kepa Arrizabalaga llegó a ir convocado en ambas temporadas en algunas ocasiones. Con Caparrós, Daniel Aranzubía, Iñaki Lafuente, Raúl Fernández e incluso Aitor Fernández, por entonces una promesa de Lezama, también contaron con minutos o convocatorias.

Tras el argentino, llegó la segunda época de Ernesto Valverde en el Athletic Club, que se extiende ya por cuatro temporadas, contando la actual. De la presente, ya hemos hablado. En las tres anteriores, Gorka Iraizoz, como titular, sobre todo en la Liga, e Iago Herrerín, se cubrió una demarcación para la que también fueron convocados jugadores como Gorka Magunazelaia, Kepa Arrizabalaga, Alejandro Remiro o, como ya habíamos mencionado, Unai Simón.

En todos esos años (de la temporada 1999-2000 a la 2016-2017), por el filial del Athletic Club, han pasado todos esos jugadores (Gorka Iraizoz, Miguel Escalona, Roberto Pampín, Oinatz Aulestia, Aitor Alcalde, Igor Etxebarrieta, Raúl Fernández, Iago Herrerín, Aitor Fernández, Gorka Magunazelaia, Kepa Arrizabalaga, Alejandro Remiro o Unai Simón) más otros que no han tenido oportunidad de debutar o disfrutar de una convocatoria con el primer equipo. Algunos, que aún permanecen en Lezama, puede que tengan la oportunidad en el futuro, gente como Unai Etxebarria, Hodei Oleaga o Ander Iruarrizaga. Otros, porque aún están en activo, pero ya salieron de Lezama, no tienen por qué haber abandonado la posibilidad de jugar en el Athletic, aunque quizás para ellos ni sea un objetivo, hablo de jugadores como Jon Ander Felipe, Jon Ander Serantes, Gorka Magunazelaia... y muchos otros, porque, por Lezama, en estos 17 años, han pasado muchos porteros, algunos ya retirados, otros aún en activo, con carreras cortas, largas, humildes o exitosas, gente como Sergio Vera, Borja Esteban, Javi López, Jorge Lope, Javier Mandaluniz, Ibon López, Jon Larruskain, Urtzi Iturrioz, Jon Villanueva, Urtzi Erleaga...

Ser 126 veces internacional, como Andoni Zubizarreta, o convertirte en leyenda, como José Ángel Iribar, está al alcance de muy pocos. Las comparaciones son odiosas, y uno puede labrarse una meritoria carrera profesional sin tener que soportar los paralelismos con aquellos que alcanzaron la excelencia en una disciplina. Por mucho que nos quedemos con errores individuales, que nos dejemos llevar por las opiniones personales, o que hagamos usos de las comparaciones, es innegable que jugadores como Iñaki Lafuente, Daniel Aranzubía o Gorka Iraizoz, contaron o cuentan con un currículo profesional muy meritorio. El primero, por ejemplo, actual entrenador de porteros del Barakaldo Club de Fútbol en la Segunda División B, se retiró habiendo jugado más de 100 partidos en primera división entre el Athletic Club, el Espanyol y el Spórting de Gijón. Para alguien que empezó en la cantera del Retuerto antes de pasar a Lezama, no está nada mal. Daniel Aranzubía, por su parte, llegó a ser internacional absoluto, fue campeón del Mundo sub20 en 1999 y ha jugado más de 300 partidos en primera división después de disputar ocho temporadas en el Athletic Club y jugar más tarde en el Deportivo y el Atlético de Madrid, donde puso un broche de oro a su carrera, haciendo de suplente de Thibaut Courtois, celebrando un título de Liga y debutando en la Liga de Campeones. Por último, Gorka Iraizoz, aún en activo en el Athletic Club, cumple su décima temporada como portero de los rojiblancos, con los que ha jugado más de 300 partidos de Liga, levantando una Supercopa, el primer título del club desde hace muchos años, final a doble partido en la que fue titular. 

Iago Herrerín es ahora titular en el Leganés de Primera división, donde juega cedido, club en el que, hasta su lesión, motivo por el que se solicitó la cesión de Herrerín, era titular Jon Ander Serantes, y con un buen rendimiento, otro jugador que pasó por las categorías inferiores de Lezama. Raúl Fernández, tras otras experiencias en equipos como Valladolid, Granada, Rácing o Mirandés, es ahora titular en un Levante que lidera la segunda división y aspira al ascenso. Aitor Fernández se ha hecho con la titularidad, después de pasar con éxito por el Barakaldo y buscarse un nuevo futuro en el filial del Villarreal, en el Numancia de segunda división. Son ejemplos de lo costoso que es abrirse camino en el fútbol profesional, pero también son ejemplos de cómo es posible, y cómo es igual de digno y meritorio labrarse un currículo con esfuerzo y a un nivel digamos que más humilde. Hay otros que lo intentan más abajo: Jon Ander Felipe (Llagostera), Jon Villanueva (Amorebieta), Urtzi Iturrioz (Leioa), Gorka Magunazelaia (Sestao), Urtzi Erleaga (Santurtzi), Javier Mandaluniz (Mérida), Jorge Lope (CD Vitoria)...

En resumen, parece que, en los próximos años, siga o no siga Ernesto Valverde en el banquillo del Athletic Club de Bilbao, y aunque hablar del futuro siempre es un ejercicio estéril, asistiremos a una nueva época. Si antes, podríamos decir, vivimos las de Daniel Aranzubía y Gorka Iraizoz, con sus excepciones y puntualizaciones, todo indica que la próxima será la de Kepa Arrizabalaga. No es nuestra labor, y, en realidad, también es algo estéril, otorgar rangos y niveles, fomentar comparaciones y paralelismos, pero está claro que el palmarés y las estadísticas de porteros como los que nombramos para abrir este artículo, no es algo que resulte fácil. Sin embargo, amasar centenas de partidos en la máxima categoría y mantener la titularidad durante tantos años, no es un mérito pobre, y tampoco lo es ganarse un sueldo defendiendo con esfuerzo a equipos de otras categorías. Lezama debe servir para eso, no todos los porteros están llamados a la selección, pero permitirle a otros jóvenes que accedan a un futuro profesional y que medren en la categoría que sea, también es parte de la labor de formación que debe ofrecer Lezama.

La entrada me ha quedado larga y enrevesada y tampoco es que añada nada interesante, pero yo he pasado mi descanso de la mañana ocupado y ahora me toca volver al tajo. Hasta aquí, que ya va siendo hora: me pongo los guantes y a parar penalties administrativos.

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